FADE IN
Matando el aburrimiento es el título de una de mis más recientes historias cortas. No es de mis favoritas, pero no quiero que se oxide. Aprovechando el escrito de hoy tenemos un pequeño video. El lunes pasado unos amigos y yo viajamos a Tecate, la ciudad de la cerveza. En una de esas, capturé a un águila en pleno vuelo. Me pareció acorde con el tema del cuentillo. Por eso pónganle play y disfruten de Esperando volar, un MiniDocumental...
MATANDO AL ABURRIMIENTO
Todo es tan aburrido. Todavía me acuerdo cuando Oscar se suicidó. Yo mismo lo encontré en la bañera y me quedé contemplando su cuerpo flotante en el agua roja que llenaba la tina hasta el tope. Tenía los ojos abiertos. Me estaba mirando. Si mamá no entra y me jala del hombro, no despierto del trance; si ella no hubiera chillado como lo hizo, hubiera permanecido por más tiempo ahí, con mi presencia neutra. Hace meses que enterraron a mi hermano mayor. No lloré. Si lo hubiera hecho, se hubiera burlado de mí, nomás las nenas lloran, siempre me decía. Ya no hay más videojuegos ni fútbol ni luchitas. ¡Todo es tan aburrido! Pero imagino que la navaja dolerá y, además, nunca me gustó el agua. Por eso estoy en lo más alto del edificio donde trabaja mi papá y voy a volar hacia Oscar. Ya lo estoy escuchando: ¡A que no te animas, niñita! No importa: sé que ahí estará abajo con los brazos abiertos para atraparme.
Mayo, 2006
