4.7.20

El taller de historias

Una de las bifurcaciones decisivas en mi vida fue la de elección de carrera profesional. Ésta se la debo a la maestra Carmen Castañeda, quien vio alguna cualidad en mí a tal grado de persuadirme de saltar de Ciencias de la Comunicación a Lengua y Literatura de Hispanoamérica, en la UABC de Tijuana. Jamás lo había considerado. Al hacerlo, desvié mis aspiraciones por ser el próximo Spielberg, pero no del todo, pues tomé todas las optativas posibles relacionadas con el séptimo arte. La escritura será mi trampolín, pensé. Mientras esto sucede, me he dedicado a estudiar y leer todo lo relacionado con el arte de contar historias.
        Desde entonces, la lectura y la escritura se volvió parte fundamental, lo que me llevó a buscar talleres en donde pudiera desarrollar la habilidad de narrar. El primero que tomé fue memorable, "Carpintería de la narrativa" con Eliseo Alberto (Cecut, 2015); el segundo cerró el pacto: el Taller de Minificción de Víctor Soto Ferrel (UABC, 2006). Con ellos conocí la importancia de las estructuras narrativas y las bondades de la brevedad. A partir de este punto, taller que llegaba a la ciudad, taller que me aventaba. Gracias a esto conocí y aproveché las enseñanzas de: Eduardo Antonio Parra, Ignacio Trejo Fuentes, Elmer Mendoza, Guillermo Samperio, Luis Humberto Crosthwaite, Mónica Lavín, Martín Solares, Armando Alanís y Mauricio Bares, entre otros, con quienes siempre estaré agradecido por su generosidad y ejemplo.
        Con el tiempo, llegó el llamado a la docencia. Recientemente he tomado el rol del mentor, que acepté gustoso con la intención de compartir todos los trucos que mis maestros me han revelado y me han funcionado. Al mismo tiempo, yo también aprendo y confirmo teorías con los estudiantes.
        Así preparé el Taller de Historias, por invitación de Alejandro Espinoza, que se impartió bajo el desaparecido Centro de Escritura y Apreciación Literaria de la UABC, en 2013 y 2014. Un año después, el Taller de Historias se convertiría en el Taller de Narrativa, del Centro Estatal de las Artes de Tijuana (Ceart), que en 2020 cumple un lustro de haber arrancado. Aquí nació la colección El Taller de Historias, una serie de libros editados bajo el sello de Monomitos, producto del taller del Ceart, que hasta ahora le ha dado espacio a 17 autores, algunos con gran camino por delante, gracias a publicaciones o becas de escritura posteriores al taller.
        Los invito entonces a leer estos volúmenes:
        Éste último toma especial relevancia por las circunstancias y las consecuencias que nos ha dejado el COVID-19: el confinamiento. Migrar de las sesiones presenciales a virtuales quizá fue el paso decisivo a que sólo tres de los integrantes del año 2020-1 llegaran a la meta. Aguantaron y decidieron continuar los ejercicios de desarrollo de personajes, diálogos y estructura, dando como resultado las historias que componen Los criterios para el exterminio. Por supuesto, grabamos una sesión virtual en donde les hablamos y presentamos esta antología, que próximamente podrán ver en los muros virtuales del Ceart.


        Estén atentos y manténgase a salvo en casa, entre historias en la pantalla o, mejor, las páginas de un libro.